Este jueves, Colombia vivió una de las jornadas más violentas de la última década con dos ataques armados en diferentes regiones, que dejaron un saldo de 13 personas muertas y decenas de heridos, de acuerdo con autoridades locales.
En Cali, un camión cargado con explosivos estalló cerca de una base de la Fuerza Aérea, causando la muerte de cinco personas y heridas a 36 más.
La explosión, ocurrida alrededor de las 15 horas, afectó viviendas y vehículos cercanos, además de generar una amplia movilización de cuerpos de emergencia.
El alcalde de la ciudad, Alejandro Eder, informó que el ataque estaba dirigido contra la Escuela Militar de Aviación.
Testigos reportaron daños en viviendas y negocios cercanos, así como la evacuación de estudiantes de un colegio próximo al lugar de los hechos.
Horas antes, en el departamento de Antioquia, una disidencia de la antigua guerrilla de las FARC atacó a un escuadrón de la policía que realizaba un operativo de erradicación de cultivos de hoja de coca.
Armados con fusiles y drones con explosivos, los agresores derribaron un helicóptero y se enfrentaron con los uniformados, dejando ocho muertos.
De acuerdo con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), el uso de drones cargados con explosivos se ha incrementado en Colombia, lo que ha duplicado el número de víctimas por este tipo de ataques en los primeros meses de 2025.
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