Juchitán. -Con un llamado al gobierno federal para defender las variedades nativas del maíz y sus semillas, así como el rechazo a los granos transgénicos, concluyó la Quinta Conferencia Internacional de los Pueblos Indígenas del Maíz, que reunió en esta ciudad a productores, ambientalistas, académicos e investigadores de media docena de países del norte y Centroamérica.
La Declaración de Guidxi guié’ (Juchitán) y Guenda rudxhiíba guendaró stinu (Soberanía Alimentaria) destacó que en esta Quinta Conferencia compartieron las amenazas que enfrentan en sus países de origen y que ponen en riesgo la supervivencia de la vitalidad y diversidad originales del maíz y que también amenazan nuestra propia supervivencia como Pueblos y Naciones.
Si permitimos que las prácticas extractivas de desarrollo contaminen el agua y la tierra, nuestros cultivos no prosperarán y pasaremos hambre. Si permitimos que nuestras semillas sagradas tradicionales se modifiquen genéticamente y se pongan en el mercado, perderán su memoria ancestral y no estarán allí cuando más las necesitemos, auguraron.
Mientras usemos pesticidas tóxicos y permitamos que se usen en nuestros territorios tradicionales, seguiremos viendo cómo se destruye nuestra biodiversidad y nuestros niños y niñas nacerán enfermos. Si permitimos que las prácticas extractivas de desarrollo contaminen el agua y la tierra, nuestros cultivos no prosperarán y pasaremos hambre, advirtieron.
Durante dos días de intercambio de experiencias,
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