“La Fiscalía de Oaxaca dice que ya no le mueva nada, que me quede callada, que Susana se mató, pero eso no es verdad, a ella la mataron y exijo justicia”, denuncia Mónica Morales López, antes de que se cumpla un mes del feminicidio de su hija, ocurrido el 12 de marzo en La Ventosa, Oaxaca.
Susana Elizabeth Díaz Morales, de 18 años, dejó en la orfandad a una niña de 2 años. Fue una joven que vivió con miedo de quien fuera su pareja, un hombre que le doblaba la edad.
“El 29 de mayo acudí a la Fiscalía de la Mujer en Juchitán, Oaxaca, a denunciar que mi hija vivía violencia familia, pero no hicieron nada; el 12 de marzo, casi un año después, a mi hija la mataron, la mató Elisandro L.V (…) dicen que se suicidó, pero no, fue feminicidio”, dijo Mónica Morales.
El pasado 12 de marzo a Mónica le avisaron que su hija se había disparado con un arma de fuego dentro de la casa donde vivía con su pareja, por lo que la llevaron al Hospital de Juchitán, en donde falleció cuatro días después, el 16 de marzo, por traumatismo craneoencefálico severo producido por proyectil disparado por arma de fuego.
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