Con frío y fuertes vientos, pernoctan a la intemperie alrededor de 600 migrantes en La Ventosa, Oaxaca

Juchitán, Oax. – Vencidos por las enfermedades respiratorias, fiebre, hambre y cansancio, unos 600 migrantes ya no pueden caminar, y anoche, se quedaron a la intemperie en la localidad zapoteca de La Ventosa, bajo vientos que corrieron a 100 kilómetros por hora y el frio.

En medio de la noche fría y fuertes vientos del “norte”, un pastor de la Iglesia del Pueblo Cristianos en Movimiento, Leiber Gómez Luis, auxilió a unas 100 personas, de las más enfermas, y se las llevó a su templo, donde les facilitó colchonetas para dormir.

Los migrantes, que ayer caminaron 40 kilómetros desde Santiago Niltepec hasta La Ventosa, debido a que las autoridades de las poblaciones intermedias como Santo Domingo Ingenio y La Venta, les impidieron el acceso, durmieron a un costado de una gasolinera.

Erika, una de las mujeres que coordinan la pequeña caravana de migrantes que no tienen el permiso FMM que el Instituto Nacional de Migración (INM), dio desde el pasado 30 de noviembre en la vecina ciudad chiapaneca de Tonalá, insistió en que les den autobuses y llegar a México.

Para los migrantes enfermos fue una noche larga y terrible: la clínica de La Ventosa, atiende de noche, los médicos particulares no respondieron y solamente unos voluntarios cristianos proporcionaron pastillas para controlar la fiebre y tos.

La caravana, compuesta por 200 hombres, igual número de mujeres y unos 150 menores de edad, salió de Tapachula, el pasado 20 de noviembre. Los migrantes, pidieron que las autoridades de Oaxaca y del gobierno federal brinden la ayuda humanitaria.

Mientras tanto, otros 500 migrantes más caminan desde Pijijiapan, Chiapas hacia San Pedro Tapanatepec, Oaxaca y podrían llegar el martes próximo. También vienen solicitando autobuses para que sigan su viaje hasta la Ciudad de México.

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