Putla de Guerrero. – Con consternación por su asesinato, Rigoberto Martínez Sandoval, entrenador y jugador de básquetbol de 34 años fue despedido y enterrado por su familia, estudiantes, compañeros de trabajo y vecinos, en Santa Cruz Río Venado, una comunidad triqui en el municipio de Constancia del Rosario, en la Sierra Sur de Oaxaca.
Mientras sonaban los mariachis, también tocaba la banda viento y la banda de guerra, para realizar un homenaje a Rigoberto Martínez Sandoval, asesinado la noche de este lunes 11 de noviembre. Sobre el féretro del joven de 34 años, y con 14 dedicados al deporte, fue colocada una pelota de básquetbol para despedirlo, acompañado por su esposa e hijos, así como por sus padres y familiares en la capilla de Río Venado, y luego sepultarlo en el panteón.
El cuerpo del entrenador también fue acompañado por la comunidad del deporte, quienes han lamentado los hechos, pues el entrenador guiaba a una nueva generación de infantes triquis, como seguimiento a un proyecto que hace años dio a conocer al mundo su pasión por el deporte aún jugando descalzos.
Actualmente, el entrenador también era coach de jóvenes de otras comunidades del municipio de Constancia del Rosario y Putla de Guerrero, comunidades indígenas donde el básquetbol se ha convertido en parte de su identidad y la única opción ante la pobreza y la migración.
Pese a que las comunidades triquis han resistido por años agresiones y desplazamiento interno, esta es la primera vez que la violencia alcanza al básquetbol, el único deporte que ayuda a soñar a las infancias y jóvenes con una vida sin violencia en la región, misma que lleva al menos tres décadas de asesinatos y emboscadas, razones por las que familias completas huyen de sus hogares en distintas localidades.
El joven de 34 años, era originario de Santa Cruz Río Venado, donde también era profesor de preescolar en San José Yosocañu, agencia de Constancia del Rosario.
Su pasión por el deporte y por buscar una salida de esperanza a los infantes ante la violencia que se vive en algunas comunidades triquis, comenzó hace 14 años, cuando se integró al proyecto de los “Gigantes Descalzos de la Montaña”.
A sus 20 años, Rigoberto se convirtió en uno de los primeros entrenadores. En 2016 fundó distintas academias en Huatulco y Salina Cruz, después regresó a Putla donde formó su propia academia de basquetbol Rigo’s Oaxaca (A.B.R.), y fue reconocida por la liga profesional, del Programa Nacional de Basketball YBOA-Mexico.
Fue esta trayectoria lo que convenció a todos en estas comunidades que el deporte era el camino a seguir y logró una especie de tregua para su impulso y difusión. Con el asesinato de Rigoberto, la esperanza se esfumó para muchos estudiantes, alumnos, compañeros, vecinos, e incluso para otros entrenadores y jugadores, así como para su familia e hijos.
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